5 cosas que me equivoqué totalmente sobre las casas pequeñas

Después de haber estado involucrado con casas pequeñas durante más de 6 años, después de haber construido mi propia casa pequeña y ahora viviendo en ella, me di cuenta de algo: tenía algunas cosas realmente mal. Algunas fueron suposiciones que hice acerca de vivir en ellas, algunas de ellas se referían al estilo de vida y otras se referían a construirlas. Así que aquí hay 5 cosas en las que me equivoqué totalmente.

1. Pensé que se trataba de la casa, no es

Cuando comencé con las casas pequeñas, estaba enamorado de la casa, el diseño, los materiales y todas las citas. Ahora que estoy viviendo en mi casa me doy cuenta de que estaba tan mal; no tiene absolutamente nada que ver con la casa. Tiene todo que ver con el estilo de vida. La verdad es que una casa diminuta es simplemente otra cosa que se compra, con el pretexto de romper con el consumismo. Pero la ruptura no es de la vivienda diminuta, está en la separación mental del consumo conspicuo.

2. Pensé que no podía comprar cosas.

Mucho antes de encontrarme en el reino de las casas pequeñas, era un gran consumidor. Me encantaban los gadgets y la tecnología. Una vez que comencé a recorrer el camino de las casas pequeñas, pensé que esa parte de mi vida, y de alguna manera, mi identidad como nerd, tenía que llegar a su fin, pero estaba bien con eso porque los beneficios superaban los «costos». Pero luego me di cuenta de que no era que no pudiera tener las cosas que quería, solo necesitaba ser más intencional con ellas; en realidad, puedo tener las cosas que quiero más fácilmente porque tengo el efectivo para comprarlas.

3. Pensé que las preocupaciones por el dinero serían cosa del pasado

Hice cálculos numéricos, hice hojas de cálculo y tenía un presupuesto, todo apuntaba a que realmente no tenía que preocuparme por el dinero. La verdad es que mi tolerancia por lo cerca que estaba corriendo de cero simplemente cambió. Antes de una casa pequeña, si tuviera menos de $ 2,000 en el banco, estaría nervioso. Ahora que vivo en una casa diminuta, la ansiedad no ha desaparecido, solo que está en un nivel diferente.

En estos días me asusto cuando mi cuenta bancaria cae por debajo de los $ 20,000. Sé lo que algunos de ustedes están pensando, “¡$ 20,000! Eso es un montón de dinero, ¡no tienes nada de qué preocuparte! » y hace 3 años estaría en el mismo lugar, pero de alguna manera sigue siendo tan real, tan aterrador; No puedo explicar por qué, pero la verdad es que la angustia nunca desaparecerá.

4. Pensé que mi casita estaría siempre limpia y ordenada, como todas las fotos de casitas

AHAHAHAHHAA! ¡Estaba equivocado! Muchas veces mi casa está muy ordenada, pero hay ocasiones en que se sale de control. Siempre mantengo la casa limpia, pero no siempre está ordenada. La verdad es que su pequeña casa pasará de estar ordenada a fuera de control en unos 5 segundos porque es muy pequeña. No es que seas una persona desordenada o sucia, pero si dejas una sola cosa, se acumula rápidamente porque el espacio es pequeño en el que vives. El otro día entré en mi casa, dejé caer mi bolsa de trabajo, mi bolsa de gimnasia y me quité los zapatos … parecía que había estallado una bomba. Tuve que sacar cosas del camino solo para abrir mi armario y dejar caer mis llaves y billetera.

5. Pensé que terminaría de construir

Cuando construyes una casa pequeña, nunca terminarás. Siempre habrá algunas cosas que quieras mejorar, probar, arreglar, etc. Eso no quiere decir que tu casa no sea habitable, lo más probable es que te mudes y sigas haciendo cosas. Siempre habrá una tabla para arreglar, algunos adornos más para agregar o un nuevo estante para construir en un rincón. Otra parte de esto es que de repente has adquirido un nuevo conjunto de habilidades, la carpintería, y aunque la mayoría de nosotros todavía somos novatos, no sales y construyes una casa completa si no eres de los que le gusta construir cosas. . Estoy realmente emocionado con la perspectiva de comenzar algunos proyectos de carpintería más pequeños con los que pueda flexionar mis finas habilidades de carpintería.